El ciclo menstrual es una función vital que refleja el estado de salud de la mujer. No solo tiene como objetivo la reproducción, sino que también influye en el sistema inmunológico, la salud ósea, cardiovascular, digestiva, la piel, el cabello, el estado de ánimo, el sueño, el deseo sexual y muchos otros aspectos.
Por eso, cuando la regla desaparece sin motivo aparente, no debemos ignorarlo ni resignarnos, sino buscar la causa y solucionarla.
¿Qué es la amenorrea hipotalámica?
La amenorrea es la ausencia de menstruación durante al menos tres meses consecutivos en mujeres en edad reproductiva que no están embarazadas, lactando ni en la menopausia.
Si desgranamos la palabra amenorrea, tenemos: A (sin) - meno (menstrual) - rrea (flujo).
Y la palabra hipotalámica hace referencia al hipotálamo, una parte del cerebro que controla el funcionamiento del ciclo menstrual (entre otras muchísimas funciones).
La amenorrea hipotalámica no es una patología, es un mecanismo de adaptación frente a la presencia de factores estresantes, en el que el cuerpo percibe un peligro o una amenaza y reacciona suprimiendo el ciclo menstrual para ahorrar energía.
En otras palabras, la amenorrea es el síntoma visible y la consecuencia de otro problema.
La amenorrea puede ser primaria o secundaria:
- La amenorrea primaria se da cuando la mujer nunca ha tenido la regla, y suele deberse a problemas congénitos o genéticos que afectan al desarrollo de los órganos reproductores.
- La amenorrea secundaria se da cuando la mujer ha tenido la regla anteriormente, pero la pierde por algún motivo. Esta es la más frecuente y de la que voy a hablar en este artículo.
¿Por qué perdemos la menstruación y qué relación hay con la alimentación?
Baja disponibilidad energética
La causa más común de la amenorrea secundaria es la baja disponibilidad energética, es decir, cuando el cuerpo recibe menos calorías de las que necesita para funcionar correctamente. Esto puede ocurrir por una alimentación insuficiente o restrictiva, por un exceso de ejercicio físico o por una combinación de ambos.
El cuerpo interpreta esta situación como una amenaza para la supervivencia y reacciona suprimiendo el ciclo menstrual para ahorrar energía y evitar un posible embarazo.
Ten en cuenta que lo importante no es cuánto comes, sino qué tan nutritivos son los alimentos que consumes. Podrías estar cumpliendo con tus requerimientos calóricos diarios, pero si te estás llenando con calorías bajas en nutrientes, aún podrías tener deficiencias nutricionales que provoquen que el cuerpo decida no ovular. O bien, estar restringiendo algún grupo de alimento (por ejemplo, los carbohidratos) aunque estés comiendo suficientes calorías provenientes de grasas y proteína.
Por lo tanto, los alimentos para recuperar la regla serán todos aquellos que sean densos en nutrientes y en calorías: carnes, pescados, mariscos, huevos, granos integrales, legumbres, frutas, grasas saludables como el aceite de oliva, aguacate, coco, ghee, aceitunas, lácteos enteros, cacao, frutos secos, semillas, cremas de frutos secos...
Es importante tener en cuenta que las mujeres necesitamos alrededor de un 20% de grasa corporal y una ingesta regular de carbohidratos con almidón para poder ovular y menstruar. Esto es porque si quedas embarazada, se necesitan esas fuentes de energía para ayudar al desarrollo de otro ser humano. Si no te alimentas bien, tu cuerpo lo interpretará como una situación de escasez y pospondrá la ovulación hasta que estés en condiciones de sostener el embarazo.
Anotación: Ser vegana o vegetariana también podría ser un factor aquí. Una dieta de este tipo mal planteada o mal llevada, puede generar déficits nutricionales y energéticos importantes.
Estrés emocional y psicológico
Otra causa frecuente es el estrés emocional o psicológico, que puede alterar el funcionamiento del eje hipotálamo-hipófisis-ovario, que es el responsable de regular el ciclo menstrual. El estrés provoca la liberación de cortisol, una hormona que inhibe la producción de hormonas sexuales y la ovulación.
¿Porqué se inhibe? Porque ante una situación estresante, tu cerebro envía mensajes a tus ovarios para advertirles de que “este entorno no es seguro porque estamos rodeados de amenazas, y, por tanto, no es un buen momento para tener un bebé”.
¿Qué consecuencias tiene la amenorrea hipotalámica?
En una amenorrea, el cuerpo decide prescindir temporalmente del funcionamiento del ciclo y la reproducción sin que haya muchas consecuencias a corto plazo, pero sí que a largo plazo la salud se ve perjudicada.
Aunque la menstruación se lleve todo el protagonismo por ser lo más visible, la ovulación es el evento principal, ya que, gracias a ella, producimos las hormonas femeninas (estrógeno y progesterona).
Ambas hormonas ejercen multitud de funciones en todo el cuerpo, ya que tenemos receptores de estrógeno y progesterona en la mayoría de órganos, tejidos y sistemas corporales, y nos brindan multitud de beneficios más allá de participar en la reproducción.
Por lo tanto, tenemos que entender que no ovular (y como consecuencia, no menstruar) conlleva riesgos para la salud general de la mujer.
Algunas de las consecuencias más importantes son:
- Osteoporosis: la falta de estrógenos puede debilitar los huesos y aumentar el riesgo de fracturas.
- Enfermedades cardiovasculares: la falta de estrógenos puede alterar el perfil lipídico, favorecer la acumulación de grasa abdominal y aumentar la presión arterial.
- Problemas dermatológicos: la falta de estrógenos puede resecar la piel, el cabello y las mucosas, provocar acné, caída del cabello, etc.
- Problemas psicológicos: la falta de estrógenos puede afectar al estado de ánimo, la autoestima, la ansiedad, la depresión, el sueño, el deseo sexual, etc.
- Problemas digestivos: la falta de estrógenos altera el movimiento intestinal y la hidratación de las heces, pudiendo originar estreñimiento, además de aumentar las probabilidades de tener SIBO, disbiosis intestinal, gases, hinchazón, digestiones pesadas, reflujo…
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¿Cómo recuperar la menstruación?
La buena noticia es que la amenorrea hipotalámica se puede revertir si se identifica y se trata la causa que la origina. Algunas de las medidas que se pueden tomar son:
- Cuidar la alimentación. Puedes recuperar la regla tras una pérdida de peso, aumentando la ingesta calórica, mejorando la calidad de la alimentación y evitando las dietas restrictivas o desequilibradas.
- Reducir o moderar el ejercicio físico, especialmente el de alta intensidad o duración, y favorecer el ejercicio de bajo impacto y relajante, como el yoga, el pilates, la natación, etc.
- Manejar el estrés y buscar apoyo emocional, ya sea profesional o personal. Encuentra la manera que mejor te funcione a ti y se adapte a tus necesidades que te ayude a reducir el estrés.
- Tener una buena higiene de sueño. Asegurar dormir las horas necesarias por la noche es vital para una buena síntesis de todas tus hormonas, incluidas las implicadas en regular el ciclo menstrual.
- Cuidar el diálogo interno, el nivel de perfeccionismo y la hiperproductividad. No hay nada más estresante para tu cuerpo y tu mente que esa "vocecita" machacándote y castigándote por todo lo que haces o no haces día tras día.
Conclusión
La amenorrea hipotalámica es un síntoma que nos alerta de que algo no va bien en nuestro cuerpo y que debemos prestarle atención. No se trata de un problema estético ni de un capricho, sino de una cuestión de salud que puede tener consecuencias graves si no se soluciona. Por eso, es importante buscar ayuda profesional y seguir las pautas adecuadas para recuperar la regla y, con ello, la salud y el equilibrio hormonal.
