Cuando algo se altera en nuestro organismo, este tiene muchas formas de manifestarlo, una de ellas es mediante los signos vitales. Se han reconocido cuatro, que son:
- La frecuencia cardíaca
- La frecuencia respiratoria
- La tensión arterial
- La temperatura corporal
El ciclo menstrual y la menstruación es el quinto signo vital, ya que refleja el estado fisiológico, hormonal y el estado de salud general del cuerpo de la mujer, al igual que los otros signos vitales.
El ciclo menstrual no es solo un evento reproductivo, es fundamental para funciones más allá de la reproducción, ya que las hormonas sexuales femeninas (estrógenos y progesterona) tienen acción en diferentes tejidos, órganos y sistemas como el sistema inmunológico, cardiovascular, digestivo, músculo esquelético, psicoemocional…
Por eso, las anomalías en el ciclo menstrual pueden indicar una serie de problemas de salud subyacentes, como desequilibrios hormonales, enfermedades no diagnosticadas, deficiencias nutricionales, demasiado estrés físico o emocional y trastornos ginecológicos y reproductivos.
Conocer nuestro ciclo menstrual es una poderosa herramienta diagnóstica y de autoconocimiento que nos puede salvar la vida, literalmente, ya que nos permite saber mes tras mes que todo marcha bien.
En la medicina convencional, por desgracia, tienden a fijarse únicamente en la duración del ciclo para determinar si es sano o no, pero la realidad es que hay otros indicadores a considerar mucho más importantes y relevantes.
Los parámetros que indican un ciclo saludable son:
Duración
Nos han enseñado que el ciclo menstrual debe durar 28 días, pero esta afirmación tiene muchos matices. Una mujer puede tener un ciclo de 35 días y ser totalmente sano. Cada cuerpo es distinto y no todos los ciclos duran lo mismo.
La duración normal de un ciclo menstrual es de 21 a 35 días. Entre un ciclo y otro, la duración puede variar de 3 y 5 días, no más.
La totalidad del ciclo en general es importante, pero también la duración de cada una de sus fases:
- Folicular: de 7 a 22 días
- Ovulatoria: 1 día
- Lútea: de 1a 16 días
- Menstrual: de 3 a 7 días
Que sea ovulatorio
La ovulación es el evento principal del ciclo, todo el baile hormonal depende de ello. No se le da la importancia que se merece porque no es tan visible como la menstruación, pero ovular es una señal clara de salud.
Podemos sangrar sin haber ovulado y pensar que todo va bien, pero lo cierto es que no ovular conlleva riesgos para la salud.
Cantidad
La suma de todos los días de sangrado no debe exceder los 80 ml (equivale a media taza de café).
El método de recolección menstrual que permite observar con exactitud este parámetro es la copa menstrual. La mayoría de las copas suele tener escrito en su interior la cantidad de ml que recoge.
Si usas tampones, compresas o braga menstrual, el cálculo es menos exacto. Cada tampón y/o compresa completamente llenos absorbe entre 5 y 10 ml de sangre.
Sin coágulos
La coagulación de la sangre se produce a partir de dos proteínas: la trombina y el fibrinógeno. La sangre de la menstruación no contiene ni trombina ni fibrinógeno, por lo tanto, no es normal ver coágulos en la sangre menstrual.
Podemos encontrarnos pequeños restos de endometrio que se mezclan con la sangre menstrual, pero si encuentras coágulos de un tamaño mayor a 2,5cm no es normal y puede indicar un problema.
Sin dolor
El dolor es una bandera roja, es un signo de alarma. Padecer dolor menstrual es muy frecuente pero no normal. Es un indicador de que hay algo que no va bien y que hay que revisar.
La menstruación es un proceso inflamatorio natural pero que apenas deberíamos notar nada.
El patriarcado ha normalizado el dolor en el cuerpo de la mujer, considerando la menstruación dolorosa como algo común y obligándonos a soportarlo en silencio. Y esta normalización del dolor se aplica en diferentes áreas de la vida de la mujer como el parto, el sexo con penetración y la lactancia.
Ser mujer no debería de doler.
Ausencia de SPM
El SPM está muy normalizado al igual que el dolor menstrual, y puede llegar a ser muy incapacitante. Tener muchos síntomas los días previos a la menstruación, no es normal.
Apatía, ansiedad, irritabilidad, baja energía, dolor mamario, migrañas, retención de líquido… son algunos de los síntomas más comunes de este síndrome durante días previos a la menstruación.
La duración del ciclo menstrual o cualquiera de los aspectos relacionados con la salud no son suficientes por sí solos para hacer un diagnóstico. En otras palabras, cada ciclo es único y debe ser analizado en su conjunto, teniendo en cuenta todas sus características.
Si detectas uno o varios de estos parámetros, no lo ignores. Son señales que te envía tu cuerpo para avisarte de que hay algo que no va bien y que habría que atender.